La Biblioteca Nacional de España, en colaboración con el Ministerio de Política Territorial, Memoria Democrática y Acción Cultural Española (ACE), presenta dos exposiciones que rinden homenaje a Carmen de Burgos y María Lejárraga, figuras clave en la historia cultural y social de España. Estas muestras, que también cuentan con el apoyo del Gobierno de La Rioja, se desarrollan como parte de la conmemoración del 150º aniversario del nacimiento de Lejárraga y del 50º aniversario de su fallecimiento.
Ambas exposiciones, abiertas desde el 27 de septiembre de 2024 hasta el 5 de enero de 2025, comparten el espacio de la sala Recoletos-Jorge Juan de la Biblioteca Nacional en Madrid. A pesar de su individualidad, la proximidad física y temporal de ambas exposiciones subraya las similitudes entre estas dos escritoras, que destacaron no solo por su talento literario, sino también por su compromiso con la lucha por los derechos de las mujeres y la modernización de la sociedad española.
Dos mujeres comprometidas con el progreso y la igualdad
Carmen de Burgos y María Lejárraga fueron protagonistas de una época marcada por cambios sociales y políticos en España, pero también sufrieron las limitaciones impuestas por su condición de mujeres. Ambas destacaron como escritoras prolíficas, maestras y activistas feministas, luchando por derechos como el voto femenino y el divorcio en una sociedad que no siempre estaba preparada para sus ideas. Sin embargo, la guerra, el exilio y la desigualdad de género contribuyeron a que sus logros fueran relegados al olvido durante décadas. Estas exposiciones pretenden rectificar esa omisión, devolviendo a estas autoras el lugar que merecen en la historia.
Carmen de Burgos: pionera del periodismo y defensora de los derechos de la mujer
Carmen de Burgos, conocida también como Colombine, fue una de las primeras mujeres en ocupar un lugar destacado en el periodismo español. En 1903 se convirtió en la primera redactora con una columna diaria, y en 1909 fue la primera corresponsal de guerra española. A lo largo de su carrera, publicó miles de artículos en prensa nacional e internacional, defendiendo la educación de las mujeres, el divorcio y el sufragio femenino.
La exposición dedicada a Burgos, comisariada por Concepción Núñez Rey, recorre su prolífica trayectoria a través de obras que incluyen sus novelas, ensayos y biografías. Entre los elementos destacados, figura su retrato pintado por Julio Romero de Torres, símbolo de su relevancia en la vida cultural de la época. Además de su producción literaria, la muestra destaca su papel como una de las voces más influyentes en el feminismo español, contribuyendo con campañas en prensa a favor de la igualdad.
Por su parte, María Lejárraga es recordada no solo por su obra literaria, sino también por la peculiar circunstancia de que muchos de sus escritos fueron firmados por su marido, Gregorio Martínez Sierra. A pesar de esta invisibilidad pública, Lejárraga fue una de las escritoras más prolíficas de su tiempo, autora de libretos, novelas y dramas que hoy son reconocidos como fundamentales en la historia de la literatura española.
Comisariada por Carmen Domingo, la exposición dedicada a Lejárraga explora las múltiples facetas de su vida a través de manuscritos, fotografías y objetos personales. Entre las piezas más significativas se encuentra el documento en el que Gregorio Martínez Sierra reconoce que sus obras fueron escritas en colaboración con su esposa. Además, se expone el libreto de El amor brujo, escrito en colaboración con Manuel de Falla, como ejemplo del importante legado cultural que dejó tras de sí.
Un reconocimiento a su legado
Estas exposiciones no solo buscan poner en valor la obra literaria de Carmen de Burgos y María Lejárraga, sino también destacar su papel como pioneras del feminismo en España. A través de un recorrido por sus logros, se pretende recuperar su legado y hacer justicia a su impacto en la modernización de la sociedad española, así como en la defensa de los derechos de la mujer.