Feria Internacional del Libro de Guadalajara 2024: un espacio para la literatura, la reflexión y el intercambio cultural
La Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), consolidada como el evento literario más relevante del mundo hispanohablante, celebra su 38ª edición del 30 de noviembre al 8 de diciembre de 2024. Este año, con España como país invitado de honor, la feria se convierte en un puente de diálogo entre América Latina y Europa, ofreciendo una programación que combina literatura, arte y debates culturales, y reafirma su papel como foro de intercambio cultural y social.
La inauguración de la FIL estuvo marcada por la entrega del Premio de Literatura en Lenguas Romances al escritor mozambiqueño Mia Couto. En su discurso, Couto reflexionó sobre el poder transformador de la poesía, a la que definió como su «religión». Durante su intervención, rindió homenaje a escritores mexicanos como Octavio Paz y Juan Rulfo, cuya obra ha influido en su trayectoria literaria.
El escritor narró un episodio que marcaría su vida: el día en que una compañera de escuela descubrió su cuaderno de poemas. “Eran poemas muy malos”, admitió entre risas. Sin embargo, la niña le dijo algo que cambiaría su perspectiva: “Tú sabes cómo hacer bailar a las palabras”.
Sus palabras destacaron el papel de la poesía como un lenguaje universal capaz de trascender fronteras y conectar culturas.
La participación española ha sido uno de los ejes centrales de esta edición, con una destacada presencia de autores, artistas y actividades culturales. María Dueñas, autora de éxitos como El tiempo entre costuras, compartió sus experiencias como escritora y reflexionó sobre los cambios en la representación femenina en eventos literarios. Dueñas mencionó que, en el pasado, evitaba participar en algunas ferias debido a la «preeminencia de señoros», pero celebró cómo los espacios literarios han evolucionado hacia una mayor inclusión.
La música también encontró su lugar en la FIL con la actuación del asturiano Rodrigo Cuevas. En un espectáculo que fusionó el folclore asturiano con el son jarocho mexicano, Cuevas cautivó al público y demostró cómo la música puede ser un lenguaje de unión cultural. Este tipo de colaboraciones artísticas subraya el espíritu de la FIL como un espacio donde se cruzan tradiciones y se generan nuevos diálogos creativos.
Reflexiones sobre la sociedad y la cultura
Más allá de las actividades literarias, la FIL ha sido un escenario para el debate y la reflexión sobre temas contemporáneos. Uno de los puntos destacados fue la discusión sobre la influencia de los nacionalismos en eventos culturales. En este contexto, se defendió la importancia de mantener la feria como un espacio neutral, dedicado exclusivamente al diálogo literario y cultural, lejos de las tensiones políticas que pueden surgir en contextos internacionales.
Otro tema abordado fue el impacto de la tecnología en la interacción humana y la cultura. En un mundo cada vez más conectado, pero paradójicamente más aislado, los ponentes subrayaron la importancia de espacios como la FIL para fomentar el contacto humano y el intercambio de ideas cara a cara. La literatura, en este sentido, se plantea como un medio para reconectar con nuestra esencia y romper con la tendencia al ensimismamiento provocada por los dispositivos digitales.
La renovación de liderazgos en la FIL
En el ámbito organizativo, esta edición marca el inicio de una nueva etapa con el nombramiento de José Trinidad Padilla López como presidente de la FIL, sucediendo a su hermano y fundador del evento, Raúl Padilla López. Este cambio de liderazgo busca mantener el espíritu innovador de la feria, al tiempo que se adapta a las necesidades de un panorama cultural en constante evolución.
Una feria que sigue creciendo
Con cerca de 500 mil visitantes previstos y una amplia representación de editoriales, escritores y agentes culturales de todo el mundo, la FIL reafirma su posición como una de las plataformas más importantes para la industria editorial y la promoción de la literatura. La programación incluye presentaciones de libros, talleres, mesas redondas y actividades artísticas, que van desde recitales poéticos hasta espectáculos de música y danza.
Entre los eventos más destacados, se encuentra el homenaje a figuras clave de la literatura en lengua española y la participación de autores emergentes que buscan posicionarse en el panorama internacional. Además, las actividades enfocadas en el público infantil y juvenil han sido un éxito rotundo, fomentando el hábito de la lectura desde temprana edad.
La FIL de Guadalajara ha sido, una vez más, un espacio para fortalecer los lazos entre España y América Latina. La delegación española no solo ha traído a autores consagrados, sino también a nuevas voces que están redefiniendo la literatura contemporánea. Este intercambio cultural se refleja en la variedad de temas abordados en las mesas redondas, que van desde la literatura como resistencia política hasta las nuevas narrativas digitales.
Por su parte, los autores latinoamericanos han encontrado en esta feria una plataforma para dar a conocer sus obras a un público más amplio, estableciendo conexiones con editoriales y agentes literarios internacionales. Este diálogo entre ambas regiones es una de las fortalezas de la FIL, que actúa como un verdadero puente cultural.
Un cierre con sabor a éxito
A medida que se acerca el final de esta 38ª edición, la FIL deja tras de sí un legado de encuentros literarios y culturales que reafirman su relevancia global. Con una programación diversa, que combina tradición e innovación, la feria sigue siendo un punto de referencia para el mundo del libro y un espacio donde las ideas, las historias y las culturas se entrelazan.
En palabras de Mia Couto durante la inauguración: «La poesía no busca respuestas; busca preguntas». La FIL, con su rica diversidad de voces y perspectivas, no solo responde a las preguntas del presente, sino que también plantea nuevas cuestiones para el futuro de la literatura y la cultura.