Veinte años después de su debut, IGORRR regresa con Amen, un álbum tan oscuro como impredecible que consolida su lugar como una de las propuestas más radicales de la música contemporánea.
Dos décadas después de comenzar su aventura sonora bajo el nombre IGORRR, el francés Gautier Serre sigue reinventando el ruido con cada nuevo lanzamiento. El próximo 19 de septiembre, y bajo el sello Metal Blade Records, verá la luz Amen, su quinto álbum de estudio: una obra que, lejos de ofrecer respuestas, lanza nuevas preguntas, más oscuras, densas y desconcertantes que nunca.
Desde sus inicios en 2005, IGORRR ha sido el vehículo de una visión musical tan ecléctica como radical. ¿Black metal? ¿Breakcore? ¿Música barroca? ¿Trip hop? ¿Todo a la vez y al mismo tiempo? Con influencias que van de Johann Sebastian Bach y Domenico Scarlatti a Cannibal Corpse, Meshuggah, Aphex Twin o el grupo de música balcánica Taraf de Haïdouks, Serre ha creado un lenguaje propio donde lo sublime y lo grotesco conviven sin pedir permiso.
Amen llega como una evolución natural pero también como una anomalía dentro de una discografía ya de por sí inclasificable. “Este álbum es definitivamente más oscuro que sus predecesores; tiene un tono solemne que no había alcanzado antes”, afirma el propio Serre. Grabado en parte con un coro real en una iglesia y tras un largo proceso de experimentación con instrumentación y diseño sonoro, el disco se presenta como un nuevo punto de inflexión en el universo IGORRR.
Pero Amen no es solo una letanía gótica. En su interior encontramos temas como “Blastbeat Falafel” o “ADHD”, pequeñas cápsulas de energía frenética que, en palabras de Serre, “funcionan como un trago de limoncello entre platos”, necesarias para no perderse en el peso del conjunto.
“ADHD” es además el primer adelanto del álbum, acompañado por un videoclip tan perturbador como hipnótico, realizado junto al dúo creativo Meat Dept. Mezclando animación 3D con inteligencia artificial, el vídeo se convierte en una “terapia experimental” donde lo visual se retuerce en clave de humor negro y estética delirante, con ecos del universo de Fantômas y cierto aire de parodia Bond sesentera. “La música es 100% casera”, asegura Serre, aunque el vídeo se permitió jugar con las tecnologías más recientes, “empujando el dial del desasosiego estético hasta convertirlo en algo adictivo”.
Lo que empezó como un proyecto de estudio en solitario ha evolucionado hacia una formación completa capaz de trasladar a los escenarios el complejo entramado sonoro de IGORRR. A día de hoy, el grupo lo completan Jb Le Bail y Marthe Alexandre en las voces, Remi Serafino a la batería y Martyn Clément en la guitarra, mientras Serre continúa al mando de las máquinas y de la visión global del proyecto.
La trayectoria discográfica de IGORRR incluye joyas como Nostril (2010), Hallelujah (2012), el aclamado Savage Sinusoid (2017) —su primer disco sin uso de samples— y Spirituality and Distortion (2020), que incluso alcanzó el número doce en las listas alemanas. En todos ellos se advierte una constante: la voluntad de incomodar, de romper moldes, de llevar al oyente a lugares donde nunca ha estado… y no siempre querrá quedarse.
Gautier Serre ha afirmado en varias ocasiones que su cerebro “compone música incluso mientras duerme”. El verdadero reto, confiesa, está en filtrar esas ideas y quedarse con las que realmente ama, “con mayúscula”. No en vano, también ha desarrollado otros proyectos paralelos como Whourkr o Corpo-Mente, donde explora distintas ramas de su imaginación musical.
Próxima gira: España incluida
Para celebrar el lanzamiento de Amen, IGORRR arrancará una extensa gira europea acompañado por Master Boot Record e Imperial Triumphant. Entre las fechas más esperadas están las tres paradas en España:
3 de octubre – Bilbao (Santana 27)
4 de octubre – Barcelona (Apollo 1)
5 de octubre – Madrid (La Riviera)
Una ocasión perfecta para presenciar, en carne y hueso, lo que significa vivir el caos con precisión quirúrgica.

IGORRR no hace música para todos los oídos. Y ahí reside su fuerza. En tiempos de fórmulas seguras y producción en masa, Serre sigue apostando por la locura, el riesgo y la belleza de lo inclasificable. Con Amen, parece que el apocalipsis tiene, por fin, banda sonora.